jueves, 2 de agosto de 2012

El café se extendió por todo Oriente a partir del siglo XV. Su uso se extendió por Persia, Siria y Egipto. En Europa se introdujo a lo largo del siglo XVII. En Italia en 1640, en Gran Bretaña en 1652 por un comerciante griego y en Francia en 1660. El consumo en Europa provenía del puerto de Moka y pese a la oposición de los médicos de la época, se extendió con rapidez. Los holandeses fueron los primeros que consiguieron la aclimatación de la planta en la isla de Java, los franceses en las Antillas de donde pasó a Brasil. Posteriormente a Madagascar y Africa Occidental por iniciativa de los europeos. En el siglo XV existían "casas de café" en La Meca, desde allí la moda se trasladó a Egipto, Turquía y Europa (Marsella, 1654; París, 1672; Venecia, 1690). En el siglo XVIII el café era un establecimiento distinguido, en él no se solía beber alcohol ni fumar. En España los primeros cafés fueron introducidos en la segunda mitad del siglo XVIII. La "Fontana de Oro" inspira la primera novela de Pérez Galdós (1870), en la Universidad de Salamanca, en su discurso de jubilación Unamuno ensalza el café. Destacaron el Nuevo café de Levante en las terturlias de Valle-Inclán, Rubén Darío, Antonio Machado. En Madrid se considera un café literario el Gijón.

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